Cel Fosc apoya al Movimiento Vecinal por el Parque del Oeste de Málaga

Movimiento Vecinal por el Parque del Oeste

Entre noviembre de 2024 y febrero de 2025, se está llevando a cabo el llamado Festival de las Linternas en Málaga. Desde el principio, ha contado con el rechazo de buena parte del vecindario, que se ha organizado para defender la apertura permanente del espacio ocupado. Cel Fosc apoya al Movimiento Vecinal por el Parque del Oeste de Málaga por el aumento de la contaminación lumínica y la intrusión de luz en las viviendas que produce el Festival.

Contando con el tiempo de montaje y desmontaje de la instalación, serán unos cinco meses los que la ciudadanía se verá privada de disfrute de la mitad de este parque público. En un contexto generalizado de privatizaciones de los bienes públicos (y bienes comunes, que es aún peor) para beneficio privado, como también sucede con la posibilidad de contemplación del cielo nocturno y otros bienes comunes que nos ofrece la naturaleza, teniendo en cuenta que esta instalación supone un aumento de la contaminación lumínica de la zona incluso contando con la reducción de flujo de las farolas, y que los alrededores sufren de un déficit crónico de zonas verdes en algunos de los barrios más densamente poblados de la ciudad, no podemos sino apoyar al Movimiento Vecinal por el Parque del Oeste.

Una vez hecho el daño, lo que se reclama al ayuntamiento de Málaga por parte del Movimiento y de Cel Fosc es que este tipo de ocupaciones del espacio público no se repita, ni en ese parque ni en ningún otro de la ciudad.

Por nuestra parte, además, también reclamamos que en las ciudades y sus parques haya refugios de estrellas, amplios espacios acogedores, seguros y bien acondicionados que no produzcan contaminación lumínica y cuyos alrededores también se encuentren especialmente adaptados con iluminación respetuosa, que permitan la contemplación del cielo estrellado, y faciliten la relajación de la vista y la mente lejos de fuentes directas de luz artificial y desde los entornos urbanos, que son donde vive la mayoría de la población. Eso sí que sería un verdadero espectáculo. Además, gratis y saludable. Solo así se puede garantizar el derecho a ver las estrellas al conjunto de la ciudadanía, no solo de una élite que pueda escapar a lugares más o menos remotos (y de paso contribuir al cambio climático con más emisiones de carbono). El derecho a un cielo nítido y a ver las estrellas fue expresado en la Declaración de La Laguna y en la Declaración de La Palma, pero también está incluido implícitamente entre los Derechos Humanos tras la aprobación del derecho al medio ambiente limpio, saludable y sostenible

La propuesta que hacemos, al conllevar una reducción generalizada de la contaminación lumínica, no solo facilita un reencuentro de la población con una parte fundamental de la naturaleza y la cultura. También posibilita incluso su participación en la construcción del conocimiento científico mediante proyectos de ciencia ciudadana. Pero, sobre todo, y aunque no se tenga el más mínimo interés en la astronomía, supone una mejora innegable para la salud ambiental de nuestras ciudades e incluso de los espacios naturales protegidos que se encuentran fuera de las mismas, lo que repercute directamente en la mejora de la salud de las personas y los ecosistemas de los que dependemos.

Nota final: La lucha vecinal ha conseguido el objetivo. El Festival de las Linternas no se volverá a organizar en el Parque del Oeste. La empresa lo ha anunciado. Las numerosas protestas vecinales y el escaso público que ha acudido a los diferentes pases durante los tres meses de apertura del festival se encuentran entre los argumentos que han sido claves para tomar la decisión. El ‘Movimiento Parque del Oeste’, impulsado mayoritariamente por vecinas del barrio, muchas jubiladas, ha vencido a una temible operación especulativa que pretendía privatizar parte del parque público.