
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha puesto en marcha un proceso participativo para la elaboración de los planes de gestión de las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la Red Natura 2000 marina de su competencia. A la vista de la importancia del proceso, que conducirá a la publicación de un Real Decreto, desde "Cel Fosc, Asociación contra la Contaminación Lumínica" se han planteado alegaciones relacionadas con la contaminación lumínica que soportan la costa y el medio marinos.
La consulta pública previa con la que ha dado inicio el proceso participativo ha estado activa desde el 24 de julio hasta el 15 de septiembre de 2025 a través del portal web del MITECO. La forma de participación ha consistido en la cumplimentación de un detallado formulario para cada una de las 32 zonas, recabando datos sobre la entidad participante y sobre las actividades que se considera que afectan a la conservación de los valores naturales de cada espacio, motivada principalmente por las aves marinas.
Como indica la consulta pública previa, "la vulnerabilidad de las poblaciones de especies y de los hábitats de interés comunitario presentes en estos espacios marinos hace necesario establecer medidas de protección y gestión específicas y adaptadas a la realidad actual, de manera que las actividades humanas que se lleven a cabo sean compatibles con el mantenimiento de un estado de conservación favorable de ese patrimonio natural". Sin embargo, llama la atención que entre las presiones planteadas por el MITECO, desde las distintas modalidades de pesca o vertidos hasta el ruido submarino o la extracción de materiales (con 31 opciones en total) no se encontrara la contaminación lumínica. Esto hace aún más relevante que entidades como Cel Fosc trasladen a la administración este problema ambiental ante el que no existen actualmente en España medidas claras y coherentes de contención y descontaminación.
Así, se ha hecho constar que la introducción de luz artificial en el medio nocturno distorsiona gravemente las condiciones de oscuridad de la noche natural, con efectos ampliamente documentados en la literatura científica. La presencia de luz artificial modifica las rutas de migración y los patrones de desplazamiento local, migración vertical en la columna de agua, alimentación (incluyendo búsqueda de alimento en zona intermareal y dinámicas predador-presa), reproducción, y composición de las comunidades en zona costera, entre otros, de las especies con actividad nocturna. Para una mayor información y contexto, se han aportado los artículos de revisión del tema a cargo de Davies et al 2014 y de Marangoni et al 2022.
Además de estos artículos académicos, se han adjuntado documentos realizados para cada ZEPA con mapas del nivel de intrusión de luz artificial en el medio ambiente e imágenes nocturnas de satélite de las fuentes que las afectan. Estos análisis, elaborados por el doctor Salvador Bará, Profesor Titular (jubilado) de la Universidade de Santiago de Compostela, muestran cómo este tipo de contaminación afecta ya en mayor o menor medida a todas las áreas protegidas. Los mapas, creados especialmente para esta consulta pública, se basan en los resultados de la reciente tesis doctoral de Fabio Falchi, referente mundial en modelización de la contaminación lumínica.
En cuanto al impacto que genera, este tipo de contaminación afecta a través de tres mecanismos principales: (1) el incremento de la luz ambiente en horas nocturnas, que modifica las condiciones visuales del entorno en el que se mueven las aves, (2) la presencia de fuertes estímulos visuales en dirección a la costa, debido a la visión directa de la radiancia de las fuentes de luz y (3) el aumento de la cantidad de luz que incide sobre la superficie del mar, propagándose posteriormente a lo largo de la columna de agua, debida tanto a las emisiones directas de las fuentes de luz como a la luz difundida por la atmósfera.
La medida fundamental que se propone para su reducción o eliminación es el control de las emisiones de luz artificial que afectan a cada zona, lo que se concreta en: (1) El apantallamiento de las fuentes de luz artificial (excluyendo señalización: faros, etc, pero incluyendo iluminación publicitaria, como pantallas LED) de forma que la luz que emiten incida solamente sobre la superficie terrestre que se desea iluminar, y no se propague en dirección a la superficie del agua en la zona protegida ni a su espacio aéreo. (2) La eliminación total de la iluminación directa sobre la columna de agua y sobre las áreas de ribera, incluida adicionalmente la zona de dominio público marítimo-terrestre (excepto el área estricta de la lámina de agua que sea necesario iluminar en la zona de trabajo de los puertos en horas de actividad). (3) La eliminación total de la iluminación ornamental de puentes y otras estructuras construidas que afecten al medio acuático, así como la de playas, acantilados y espacios semejantes.
Como referencia futura para posteriores consultas, desde Cel Fosc se ha sugerido al MITECO la Red Española de Estudios sobre la Contaminación Lumínica, que agrupa a la mayor parte de los investigadores de instituciones españolas en este ámbito.
Confiemos que las detalladas aportaciones presentadas a esta fase de la consulta sean tenidas en cuenta en el diseño de la futura normativa, de modo que la aprobación de un plan de gestión para cada espacio marino protegido haga posible asegurar la conservación de sus valores naturales tanto de día como de noche.
Carlos Herranz Dorremochea
Cel Fosc, Asociación contra la Contaminación Lumínica
15 de septiembre 2025
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Foto: Ejemplo de cómo afecta la contaminación lumínica costera a la ZEPA ES0000554 Corredor Migratorio Galaico-Cantábrico Occidental"